El 16 de mayo de cada año se celebra el Día Internacional de la Luz, decretado por la UNESCO en 2017 para celebrar el papel central de la luz en nuestras vidas y su importancia histórica para el desarrollo de la ciencia, la cultura, el arte, la educación y el desarrollo sostenible.

Diversos estudios han demostrado la incidencia de la luz natural en nuestro rendimiento académico y laboral. Por ejemplo, una investigación desarrollada por la UPMC (Université Pierre et Marie Curie) y el INSERM (Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica de Francia) confirmó que la luz natural en los colegios mejoraba el rendimiento escolar de los niños en hasta un 15%. Este mismo estudio también destacó la importancia de contar con amplias ventanas: cuanto más grandes son, más positivos son los resultados de los estudiantes porque ayudan a mejorar la concentración y disminuyen el estrés.

Estos resultados son extrapolables a nuestros hogares. La luz natural afecta a la percepción del color y la agudeza visual. Una vivienda sin entrada de luz natural suficiente altera el patrón hormonal básico y disminuye la capacidad para concentrarse y cooperar. Tal y como declaró la directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay, en la celebración de 2018, la luz “simboliza la vida, gracias a ella se puede ver el mundo”.

Desde hace siglos, la arquitectura ha configurado ciudades y grandes infraestructuras en consonancia con la trayectoria solar para buscar el mayor número de horas de luz natural posibles. La psicología también ha estudiado la importancia de la luz natural en nuestro bienestar. Sacar el máximo provecho a la luz natural debe ser una prioridad en nuestro día a día.

La exposición a la luz solar libera serotonina, la hormona de la felicidad, que ayuda a mejorar nuestro estado de ánimo y nuestras relaciones interpersonales. También colabora en la producción de melatonina, una sustancia relacionada con la calidad del sueño y el descanso.

¿Cómo podemos mejorar la luz natural de nuestro hogar?

Mirar a nuestros tejados es una buena posibilidad. La luz cenital abre un mundo de rendimientos: lucernarios, galerías, ventanales de suelo a techo o ventanales en las cubiertas. Se tratan de algunas de las reformas más demandadas a interioristas y arquitectos para lograr que la luz llegue a espacios que antes no la tenían. Otra buena opción para incrementar la claridad de nuestros hogares es recurrir a los colores cálidos o blancos en los marcos y bordes de las ventanas. El tamaño también influye en la entrada de luz solar, lo ideal es que las ventanas ocupen un 10-20% de la superficie de la habitación.

Ya no solo para nuestra calidad de vida, sino que el valor de la vivienda crecerá notablemente una vez que se incremente la luz natural en su interior. Las viviendas con luz son más caras, se venden antes y tienen más demanda.  No dudes en acercarte a una ventana en la oficina, en tu lugar de trabajo o en tu hogar. ¡Más del 50% de la población tiene déficits de luz solar que afectan a su desarrollo personal!